miércoles, 27 de agosto de 2008

Miércoles 20 de Agosto 2008
Diario CLARIN - Buenos Aires




Meryl Streep: LA REINA DEL BAILE


"CADA DIA AGRADEZCO ESTAR VIVA!

Casi siete años atrás, la actriz le envió una carta de admiradora al elenco del musical "Mamma Mia!", fascinada con la obra. Mucho tiempo después, la productora la invitó a hacer el papel principal en la versión para cine, que se estrena mañana. En la película, que transcurre en una paradisíaca isla griega, el elenco canta y baila canciones de ABBA. Y Streep dice que fue una de las experiencias más divertidas de toda su carrera.


Por: John Hiscock
Traducción: Cristina Sardoy


La única carta de admiradora que Meryl Streep escribió en toda su vida, le valió a ella lo que define ahora como su "papel soñado".

La actriz ganadora del Oscar sintió el impulso de escribir a los actores del musical Mamma Mia! poco después de su estreno en Broadway para darles las gracias por traer alegría a Nueva York después de los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001.

Había llevado a su hija de diez años con algunos amigos al nuevo espectáculo a fines del otoño de 2001, con la intención de alejar sus mentes de la tragedia. "Salimos flotando en el aire -recordó-. ¡Estábamos tan eufóricos! No podría haber sido un mejor tónico para la ciudad. Entonces les escribí una carta agradeciéndoles la música y lo que nos habían dado porque era algo que significaba mucho en ese momento... Era un regalo no sólo para mi hijita y sus amigos desanimados, sino para toda la ciudad".

"Nunca me imaginé que el elenco haría copias de la carta y la enviaría a Inglaterra y todos la pondrían en sus heladeras, como después me contaron que sucedió", agrega Streep.

Su nota no quedó en el olvido y siete años más tarde, la directora Phyllida Lloyd, la productora Judy Cramer y la escritora Catherine Johnson la contactaron cuando estaban armando el elenco para la versión cinematográfica del espectáculo. Ellas le pidieron que interpretara a Donna, la dueña de un hotel en una isla griega que debe enfrentar a tres ex amantes en las vísperas del casamiento de su hija.

"Creí que me moría -dice Streep-. Repetía '¿Seguro que me quieren a mí? Porque no soy la opción más probable, ¿no? Pero me entusiasmaba muchísimo porque me encanta la música y significaba mucho para mí, o sea que me alegró mucho tener esta posibilidad".

Streep cuenta todo esto en un bungalow privado en un hotel ubicado en las afueras de Atenas. Los otros protagonistas, Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgard, que interpretan a sus viejos amantes, y Amanda Seyfried, que hace el papel de su hija, Sophie, se han sumado a Streep para realizar entrevistas. Es evidente que todos disfrutan del encuentro y por separado cada uno insiste en que nunca se ha divertido tanto en una filmación.

"Nos divertimos todos los días -dice Meryl-. Me siento como en uno de esos rodajes en los que todo sale bien y en los que hay mucha buena onda. No sé si tiene que ver con que seamos muchas mujeres, pero seguro que ayuda no ser la única".Streep tiene una especie de risa traviesa y contagiosa, no es para nada pretenciosa y actúa con una normalidad reconfortante. Lleva puesto un vestido liviano de verano y a su lado zumba un ventilador eléctrico, instalado por un agente de prensa atento. Pasando las puertas del patio, el Mar Egeo, que juega un papel importante en la película, brillaba bajo el sol del mediodía.

La actriz estaba muy bien preparada para asumir el papel musical. De chica había tomado clases de canto lírico, hizo musicales en el secundario y ya había cantado antes en la pantalla (recibiendo buenas reseñas vocales) en Recuerdos de Hollywood, de Mike Nichols, y en Noches mágicas de radio, la última película de Robert Altman.

Mamma Mia! le da a Streep la posibilidad de dar rienda suelta a sus talentos para el baile y el canto aunque, según ella misma admite, para bailar tuvo algunos problemas.

"Cantar y bailar era como ser invitada a jugar todos los días y cuando no podía bailar todo lo bien que quería, yo lo justificaba diciendo: bueno, Donna no es bailarina, ella maneja un hotel", se ríe.

Streep, de 59 años, cuenta que creció escuchando a Joni Mitchell, Neil Young, los Beatles y luego a ABBA, y que trabajó muy cerca de Benny Andersson y Bjorn Ulvaeus, los que escribieron los hits del popular grupo sueco.

La historia, que muestra a Sophie resuelta a averiguar la identidad de su padre antes de casarse, le pega fuerte a Streep, que tiene tres hijas y un hijo con su marido, el escultor Donald Gummer, con quien lleva casada treinta años.

"Pienso mucho en cuando se casen mis hijos y es muy emocionante", dijo refiriéndose a su prole. "Espero no llorar a mares cuando suceda, porque es un momento muy importante, un paso gigantesco, y te das cuenta mucho más siendo madre que siendo la novia".

Streep acaba de terminar de interpretar a Julia Child en el filme Julia & Julia y tiene una larga lista de proyectos esperando. Con catorce nominaciones para el Oscar y dos triunfos, puede elegir sus papeles de manera que su trabajo no sea un obstáculo para su vida familiar. Ella agradece esa bendición.

"A medida que pasa el tiempo, cada día agradezco más estar viva", dice Streep. "Tengo muchos amigos que han estado enfermos y realmente estoy muy agradecida por lo que he recibido y he recibido mucho".

link: http://www.clarin.com/diario/2008/08/20/espectaculos/c-00811.htm


DE EVITA A ABBA
Pablo O. Scholz

Cuando Oliver Stone quería llevar el musical Evita al cine el nombre de Meryl Streep era cantado, sin chiste. Excelente actriz, su talla y delgadez daban para protagonizar a la mujer de Perón. Luego el flemático Alan Parker la descartó y se entusiasmó con Madonna y el resultado fue el que conocemos. Antes y después, Meryl había cantado algún tema para Silkwood y Recuerdos de Hollywood, casualmente dos de los títulos por los que la estrella de La amante del teniente francés fue candidata al Oscar. En Noches mágicas de radio cantó seis canciones. Acá entona trece, entre ellas Dancing Queen, la que mejor le cabe a una actriz que puede cantarle a Pierce Brosnan, bailar y rebotar en una cama sin hacer papelones.


LA ISLA DE LAS MUJERES QUE CANTAN Y BAILAN

Silviane Gold, THE NEW YORK TIMES

Hay mucho ruido y color en Mamma Mia!, tanto en el show como en la película. Pero las personas responsables de ambas son lo suficientemente tradicionales como para sentarse a tomar "un té inglés" en Central Park. Y ni la escritora Catherine Johnson, ni la directora Phyllida Lloyd ni la productora Judy Craymer se pusieron a cantar canciones de ABBA en medio de la comida.

Pero a partir de las canciones irresistibles de Benny Andersson y Bjorn Ulvaeus —los dos compositores del grupo pop sueco— ellas irradian simpatía y camaradería. Lo que llaman "el factor Mamma Mia!". El show musical viene llenando teatros en Broadwday y en el resto del mundo desde hace ya siete años. Y la película, que se estrenó el 18 de julio en los Estados Unidos, ya recaudó más de 116 millones de dólares allí.

En la historia que Johnson escribió tratando de combinar las canciones más populares de ABBA, un grupo musical llamado Donna & the Dynamos se reúne en una isla griega en la que Donna (Meryl Streep en la película) tiene una posada en la que canta sus viejas canciones y en la que está a punto de celebrar el casamiento de su hija, Sophie (Amanda Seyfried) y Sky (Dominic Cooper). También llegan para la fiesta tres ex amantes de Donna, uno de los cuales —Sophia cree— podría ser su padre. Ellos son encarnados por Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgard.

Para asegurarse que la película estaría bajo el control de sus creadores, Craymer llegó a un acuerdo con Playtone, la productora de Tom Hanks, y luego con Universal, quienes le prometieron no interferir con su visión. Así, Mamma mia! se rodó con tres mujeres a cargo. Sin embargo, dice Craymer, no era la intención de ellas hacer una película feminista. Aunque, reconoce, buena parte del equipo técnico estaba integrado por mujeres.

Lloyd contó que le preguntaron a Benny y Bjorn qué opinaban del hecho de que la directora fuera mujer y ellos le dijeron que les encantaba la idea. Y las tres aseguran que esa isla de mujeres contribuyó a una fantástica atmósfera de trabajo.


link: http://www.clarin.com/diario/2008/08/20/espectaculos/c-01741433.htm

NUMEROS INCREIBLES
26 millones se vendieron de "ABBA GOLD - GREATEST HITS".
3 millones de discos vende ABBA por año.
350 millones de discos de ABBA se vendieron a lo largo de su carrera, desde su primeros, 'Ring Ring' en 1973.
90 compilaciones de éxitos de ABBA se editaron hasta el momento.

INFORMACION EXTRA
En el filme tiene un pequeño papel, sin diálogo, el actor argentino radicado en Londres Juan Pablo Di Pace, que fue llamado tras haber trabajado en la versión inglesa del musical "Chicago". Es parte del coro griego que acompaña a los protagonistas.